Cuando el león terminaba de comer, se alejaba y entonces el zorro iba y se alimentaba a placer. El hombre se dijo:
-Yo también quiero que el destino me ofrezca de igual manera.
Se marchó a un pueblo y se sentó en una calle cualquiera a esperar. Pasó el tiempo y no sucedió nada, excepto que cada vez estaba más hambriento y débil. Entonces, en su debido momento, escuchó una voz interior que le dijo:-¿Por qué quieres ser como un zorro que busca la manera de beneficiarse de otros?..., ¿Por qué no ser como un león para que otros se beneficien de ti?
.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si lo que has leído te sugiere algo, me encantará que lo compartas con nosotros. Muchas Gracias